Cecilia Sánchez (Fondecyt - Chile)
Eje Temático Discurso Político
La ponencia se propone desarrollar la relación entre discurso y política a partir de la pluralidad y la intersubjetividad en el pensamiento de Hannah Arendt y Luce Irigaray. Desde estos conceptos se aborda lo público y lo privado, en cuyo horizonte de sentido las autoras despliegan sus opiniones sobre las tramas e intervalos relacionales del co-actuar. Estas zonas de intermediación -por lo general- son borradas por conceptos universales como el de Hombre, Espíritu o Fraternidad. Así planteado el problema, la pregunta que rige la investigación es la siguiente: ¿es posible una alteridad no objetivada que posibilite los intervalos mediadores de la co-existencia humana? He seleccionado a las autoras a Arendt e Irigaray debido a que ambas definen su manera de pensar en repuesta a un presente, cuyo significado se lee como una radical crisis cultural y política del pensamiento occidental. En el caso del pensamiento de Arendt, al concebir el totalitarismo como negación de la política, la tarea que se propone es releer las tradiciones del pensamiento occidental próximas a la coexistencia o pluralidad del vivir juntas mediante la natalidad de la acción y la palabra. Posterior a Arendt, Irigaray desarrolla su pensamiento de la diferencia sexual impugnando al Uno del pensamiento logocentrista y al poder del patriarcalismo (Espíritu u Hombre), a la vez que interroga algunas de las falencias de los movimientos feministas para proponer una eticidad intersubjetiva o “nueva poiética” que considere la diferencia sexual ya no como oposición, sino como abertura trascendental. Con este propósito, Irigaray relee la tradición filosófica desde el Banquete de Platón hasta la filosofía moderna, en especial se detiene en Las pasiones del alma de Descartes para darle al amor, a la alteridad y al cuerpo un nuevo significado. Pese a las coincidencias que vinculan a las autoras mencionadas, cabe resaltar sus diferencias. Para Arendt, la singularidad humana es posible en el espacio público porque es el espacio del aparecer y del discurso; en cambio, el espacio privado (en el que se incluye al amor) se constituye fuera del mundo y del discurso, debido a que en este espacio el cuerpo se encuentra atado a la zoé de la vida natural, al utilitarismo social y a la vida procesual del animal laborans. En estos espacios no se actúa bajo la modalidad de la praxis, sino que por un hacer fabricador o conducta condicionada equivalente a la de los animales domésticos (La condición humana, 2001).
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