IX Jornadas Debates Actuales de la Teoría Política Contemporánea “Resistencias y alternativas políticas en el capitalismo neoliberal” 23 y 24 de Noviembre de 2018. Rosario, Argentina.
Eje Temático: Discurso y narrativas de la democracia actual.
Coordinador: Ricardo Esteves (UBA-IIGG / UNA)
Adrian Ramirez Veláquez
La democracia se suele resumir en el gobierno del pueblo para el pueblo. Desde allí se pueden distinguir las distintas variantes de la democracia desde su versión clásica griega, moderna republicana y liberal, la democracia de masas de comienzos de siglo XX, las de la segunda y tercera ola de democratización, hasta su forma actual, contemporánea, de un mundo hiperconectado gobernado por la postverdad.
Asumiendo estos distintos momentos y configuraciones de la democracia planteamos tres cuestiones. La primera, sobre si existe una naturaleza esencial o trascendental de la democracia y si alguna vez logró alcanzarla. Es decir ¿La democracia es un valor, un fin, una aspiración, o un mero procedimiento? La segunda trata sobre la situación y función específica que cumplió la democracia a partir y durante la existencia de la Unión Soviética. La división del mundo en dos bloques generó una competencia por demostrar que sistema era mejor, de manera que la democracia necesitaba demostrar su superioridad para producir bienestar. La tercera es sobre la situación actual donde la democracia se ha vuelto una amenaza para la misma democracia. Aquí intervienen dos cuestiones, el problema de la ampliación permanente de derechos, y la colonización de la política por la economía y su adopción del principio de eficiencia.
El primer punto propone una discusión sobre democracia como lógica política del diálogo, acuerdo, el consenso, ó antagonismo, desacuerdo, y reivindicación popular. Esto debería conducirnos a reflexionar si en algún momento algunas de estas concepciones funcionó de manera plena.
Lo que nos lleva al punto sobre la relación (enfrentamiento) entre democracia y socialismo en el siglo XX. La “superioridad” de la democracia no siempre fue tan evidente, en especial en los años 30 durante la gran crisis financiera. La democracia de bienestar es en parte una respuesta al socialismo.
En la actualidad la democracia ya no tiene que competir para demostrar su éxito. Se ha llegado a afirmar que la democracia ha sellado el fin de la historia. En cierta medida esto ha obturado la idea de pensar otras formas de gobierno. Esto supone que aunque no estemos del todo conformes con la democracia es la única forma de gobierno.
Esta aceptación categórica de la democracia impugna cualquier crítica hacia ella incluso cuando no logra alcanzar con sus promesas.
El establecimiento de la racionalidad económica (por sobre la política) como lógica hegemónica ha sometido a la democracia a la eficiencia. Esto es contrario al principio de expansión de derechos por parte del Estado.
El neoliberalismo pone en crisis y conflicto a la democracia en el sentido que considera que el mercado es un dispositivo distributivo más eficiente que el Estado. La narrativa neoliberal presenta la ampliación de derechos cómo una amenaza que atenta contra la propia democracia.
El ascenso del neoliberalismo es también un proceso de establecimiento de nuevos discursos y narrativas sobre la democracia. La libertad se ha vuelto algo sacrificable en favor de la seguridad, el orden, y el control. El desmantelamiento del Estado y la eliminación de prestaciones públicas aparecen como la redención de la opresión de la política. La finalidad del gobierno es estimular la economía eliminando obstáculos para el mercado.
La superposición de la política es tal que asistimos a una era del gobierno de los millonarios cómo Trump, Macri, Macron. Cómo en un relato donde los más capacitados para gobernar son aquellos que tienen fortuna y saben administrar la vida social con la eficiencia de una empresa.
Si las reformas de esta nueva democracia apuntan a garantizar las condiciones para beneficiar a las empresas y corporaciones, ¿Que queda de la democracia cómo gobierno del pueblo para el pueblo?
El neoliberalismo despliega una discurso de la necesariedad sin agente donde los hechos suceden (no son provocados por nadie) como consecuencias sin causas: “se produjo un accidente”, “se murió un manifestante”, “la deuda se salió de control”.
La postverdad y las nuevas modalidades de comunicación política a través de las redes sociales han propiciado una proliferación de relatos alejados de la realidad que producen enfrentamientos, división, y polarización política entre los ciudadanos.
A partir de esto invitamos a reflexionar sobre estas nuevas narrativas sobre la democracia a partir de los discursos de actores políticos, organizaciones sociales, instituciones públicas, así como su circulación en los medios, la cultura popular, y el sentido común.
Nos interesa la descripción de estos discursos y relatos, tanto de la realidad política cómo de la ficción (literatura, cine, series, arte en general), pero por sobre todo poder encontrar y elaborar una nueva narrativa para la democracia de nuestro tiempo.
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