IX Jornadas Debates Actuales de la Teoría Política Contemporánea “Resistencias y alternativas políticas en el capitalismo neoliberal” 23 y 24 de Noviembre de 2018. Rosario, Argentina.
Eje Temático: Estética y política: dilemas y experimentaciones en tiempos feroces.
Coordinadora: Marilé Di Filippo (UNR – CONICET – UBA – UCSF)
Coordinadora: Marilé Di Filippo (UNR – CONICET – UBA – UCSF)
El protagonismo que la dimensión estética adopta en las sociedades contemporáneas ha sido abordado de diferentes modos. Nociones como capitalismo artístico, creativo transestético (Lipovetsky y Serroy, 2015), semio-capitalismo (Berardi, 2017), capitalismo teatral o de ficción (Verdú, 2003) han aportado lecturas diversas en este sentido. Del mismo modo que interpretaciones como la de Boris Groys en torno a la configuración de una era de la producción artística masiva donde la apariencia frente al mundo se ha convertido en la práctica por excelencia de la cultura de masas en un espacio público que oscila entre la inflación y banalización estética como horizontes cotidianos y la obligación del diseño de sí, es decir, la responsabilidad estética, ética y política del diseño de nosotros mismos y de nuestras experiencias colectivas (Groys, 2014).
Este diagnóstico epocal inscripto en un presente furioso, subraya, una vez más, la pregunta por los cruces o interfaces entre estética y política, desempolva viejas discusiones, mitiga certezas de escritorio y alienta la búsqueda de nuevas experimentaciones y preguntas. Desafíos que suponen complejizar la cómoda mirada que circunscribe exclusivamente las vinculaciones entre estética y política a lo que clásicamente se ha entendido como “arte político”, donde la política aparece como el contenido específico de un tipo de arte, una adjetivación, que descomplejiza cualquier intento de pensar otras resonancias más grises, más porosas, más promiscuas, otras caras de este vínculo prismático. Y, de este modo, que nos permitan pensar en formas de creación que recurren a la lengua artística para intervenir en el terreno de la política así como también a la manufactura poética cotidiana, no necesariamente artística, de los cuerpos y las experiencias políticas. Posibilidad solo habilitada si concebimos a la estética fuera del clóset disciplinar y más bien asociada al registro de lo sensible, a nuestras formas de composición, percepción y afección (de y) en el mundo.
Walter Benjamin anunciaba en las primeras décadas del siglo XX que, de la mano de los avances en la reproductibilidad técnica del arte, se desplegaba un proceso que ligaba aún más carnalmente estas mal llamadas “esferas”. Sin más: declaraba el desarrollo de un proceso de estetización de la política por parte de regímenes como el fascismo a la que debía responderse con la politización del arte. Jacques Rancière, discutiendo con esta interpretación, propuso que la estetización de la política no es un fenómeno propio de ese particular momento histórico sino que la política es ontológica, y no históricamente, estética. Boris Groys y Didi-Huberman, entre otros, han expuesto argumentos que podemos colocar como intervenciones diagnonales en este debate. De estos aportes nos interesa recuperar su insistencia en la necesidad de una política y un pensamiento de la apariencia, de las comparecencias, de las apariciones y exposiciones en común, así como el señalamiento acerca de que la dimensión estética de la política, es decir los modos de aparición y escenificación públicas, no deben ser sencilla y arbitrariamente asociados a la lógica del espectáculo, a la manipulación y al engaño. Y, fundamentalmente, que no son una problemática que solo remita a la gramática del poder sino una tarea cada vez más acuciante de las resistencias. Podríamos decir, una labor clave en las (pos) democracias contemporáneas a riesgo de exclusión, de de-existencia en el espacio social.
Así las cosas, nos interesa en este eje convocar a propuestas teóricas, empíricas, de corte más analítico o más vivenciales, que indaguen formas poiéticas alternativas de resistencia, modos de creatividad social, experiencias de activismo artístico, estéticas de la protesta u otras imaginaciones y experimentaciones estético-políticas que intervengan en la actual distribución de lo sensible, es decir, que interpelen críticamente el presente. Asimismo, nos inquieta incentivar propuestas que se pregunten por los modos de pensar, teorizar, problematizar, las complejas y dilemáticas articulaciones entre estética y política hoy. Finalmente, el convite también queda abierto para trabajos que se interroguen, de modo diverso, por la dimensión y praxis estética de las modalidades contemporáneas de ejercicio del poder, que van desde la configuración estética de las máquinas partidarias hasta las necro-teatralidades o, en otros términos, las dramaturgias espectaculares de la violencia actual. Ficciones encontradas en tiempos feroces.
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