Ricardo Esteves (Debates Actuales - UBA)
Eje Temático Identidades Políticas
El pliegue estratégico es la forma de un despliegue identitario con el objeto de establecer una soberanía localizada, segmentada y estratificadamente. Una forma de generar una soberanía en distintos espacio, terriroriales, institucionales, disciplinarios, de conocimiento, en un cuerpo, sobre una vida. El pliegue estratégico cómo política identitaria está enmarcado en un enfoque posthegemónico. La posthegemonía (Beasley Murray, Arditi) plantea una erosión ó no cómo fundamento del orden político latinoamericano desde perspectivas biopolíticas de la multitud. A esta propuesta de la posthegemonía cómo una forma de desterritorialización de la soberanía a través de poderes globales cómo el capital financiero, la industria de la energía (petróleo), la biotecnología (los cultivos transgénicos), las tecnologías de la información, los medios de comunicación, y la industria de la seguridad y defensa. En este esquema de posthegemonia cómo desintegración ó pérdida de control de servicios y funciones fundamentales (cómo influir sobre la economía, las comunicaciones, la forma en que producirá alimentos, obtendrá energía y combustible, etc.) por parte del Estado Nacional el pliegue estratégico propone una forma de política identitaria que tiene cómo finalidad establecer una soberanía localizada. Este enfoque segmentado y estratificado opera en los dos registros, del pueblo, la hegemonía, cómo la multitud y la autonomía en tanto pliegue estratégico segmentado y estratificado que tiene cómo finalidad brindar una soberanía localizada. Esta lógica ambivalente se funda en que en el orden poshegemonico, sujetos políticos cómo el pueblo, no garantizan una soberanía nacional, debido a la desterritorialización de las fuerzas que operan cómo formas de gubernamentalidad. El pliegue estrategico propone un despliegue singular, que pueda establecer articulación equivalenciales que establezcan sujetos políticos, así cómo extenderse rizomáticamente en un campo de la diferenciación y del acontecimiento, en tanto busca asegurar algún tipo de soberanía localizada, en un sentido sementado cómo estratificado. Esto es obtener una soberanía en un espacio, un territorio, un cuerpo, una institución, una disciplina, o un campo del conocimiento. Esta propuesta intenta plantear una nueva forma de política identitaria para un orden posthegemónico que permita el establecimiento de pueblos y multitudes que brinden algún tipo de soberanía localizada.
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