Diásporas, o la interdependencia compleja de la identidad política

Diásporas, o la interdependencia compleja de la identidad política

Khatchik DerGhougassian (Universidad de San Andrés)

Eje Temático  Identidades Políticas

El área de los estudios de diásporas se empezó a formar en los 1970s en una perspectiva multidisciplinaria. Desde los estudios de inmigración hasta la crítica literaria y ciencias sociales en general enfocaron las particularidades sociales y culturales de los “pueblos en exilio”, y, a menudo, su activismo político. Con el fin de la Guerra Fría y la aceleración del proceso de globalización, las diásporas empezaron a aparecer en las agendas de investigación de las ciencias políticas y relaciones internacionales. La transnacionalización de la dinámica internacional por un lado y la fragmentación territorial de la ex Unión Soviética, los Balcanes y el Medio Oriente por el lado revelaron los dilemas y aspectos paradójicos de las manifestaciones de las identidades políticas colectivas, las relaciones, reales o imaginarios, entre comunidades étnico-religiosas y sus patrias de origen para formular consideraciones generales en torno del fenómeno de diásporas en la dinámica internacional. La considerable literatura en ciencias políticas y Relaciones Internacionales producida hasta ahora entendiblemente tiene una perspectiva eurocéntrica y occidental. Una de las razones probablemente es que en la Modernidad la identidad colectiva se vinculó con el ideal del Estado-nación concebido en términos territoriales. Las diásporas, por lo tanto, problematizan esta vinculación generando para los “pueblos en exilio” lo que conceptualmente sería, parafraseando a Keohane y Nye, una interdependencia compleja de identidad. Este trabajo usa el concepto de interdependencia compleja que Robert Keohane y Joseph Nye usaron en referencia a las relaciones internacionales para analizar las identidades políticas en la dinámica global enfocando el activismo político de las diásporas, especialmente aquellas que se consideran “pueblos en exilio”. Partiendo de la aparente paradoja de lealtades irreconciliables que concebía a las diásporas como comunidades encerradas y reacias al activismo político en sus patrias adoptivas, sostiene que en realidad la identidad colectiva de las diásporas se desarrolló solo a través de la integración y participación política.