Pisciottano, Lucia (Estudiante Sociología, UBA)
Sánchez Cestona, Julia (Estudiante Sociología, UBA)
Eje Temático Discurso Político
Muchas son las voces que hoy opinan y discuten sobre el Anteproyecto de Reforma del Código Penal y ellas a la vez crean opinión. En este campo de batallas discursivas, donde desde distintos sectores se disputan la opinión pública -el sentido común- las fuerzas en pugna cobran materialidad y producen efectos. La pena, el merecimiento, la violencia, el castigo, la inseguridad y la lógica punitiva toda son algunas de las dimensiones que atraviesan fuertemente estas retóricas que se van solidificando en saberes al interior del entramado Partiendo de ese eje y teniendo en cuenta el contexto actual, nos proponemos analizar desde algunos cambios que figuran en el Anteproyecto de Reforma del Código Penal, los efectos que genera la construcción de la campaña en su contra y cuál es la repercusión mediática de ambas perspectivas. Haremos un análisis del entramado de poder que estos discursos sostienen, los intereses que defienden y cómo modelan el cuerpo de las personas permitiéndoles actuar de una u otra manera. En este marco es que se produjeron los llamados “linchamientos” y es por eso que los tomaremos como ejemplos de los efectos de poder que producen los discursos mediáticos. Haciendo especial hincapié en la oposición entre “leyes más duras” y “leyes más blandas” como solución, nos centraremos en la postura que legitima la mano dura, cuya reproducción se da por un lado desde las propuestas de intervención que provienen de personalidades políticas y cuyo lugar en la estructura social transforma estas iniciativas en discursos de poder; y por otra parte, en la arenga mediática que insiste con el bombardeo constante a través de nuestras pantallas televisivas, entre otras formas. Ambas aristas contribuyen a construir una racionalidad que identifica dos colectivos enfrentados: un “ellos” -jóvenes provenientes de sectores vulnerables con determinados rasgos característicos que tienen una propensión al robo- y un “nosotros” -víctimas de los robos-. Asimismo une la inseguridad a la idea del delito callejero -robo, arrebato, etc- y éste a su vez se la vincula con la falta de presencia estatal en el sentido punitivo -monopolio de la violencia física-. Esto es lo que problematizamos, para abordar en su complejidad y comprender cómo se llega a legitimar un homicidio culposo e incluso agravado por ensañamiento como una forma de legítima defensa.
No hay comentarios:
Publicar un comentario