Prof. Agustín Ezequiel Prado (CEHEPyC/CLACSO/ UNComahue)
Prof. Sofía Beatriz Fernández (IUPA).
El surgimiento del peronismo es una bisagra que no solo se la debe abordar desde una perspectiva llanamente política o económica; mucho menos desde una mirada funcionalista y desde arriba. Si aquí cabe un concepto, para todas las aristas de análisis, es el concepto de vanguardia. En nuestro objeto de análisis intentaremos recrear el nuevo objeto estético del peronismo y las nuevas manifestaciones de los valores de la misma. Esta nueva valoración de lo estético va a entrar en clara tensión con la preciada estética en decadencia de las oligarquías pre-existentes. La construcción de la dignidad de la clase trabajadora implicó para el nuevo gobierno el constructo y delimitación de un nuevo hombre que se ajustase a los cánones de una futura comunidad organizada. Para ello, el gobierno de Perón, organizó un vasto aparato de propaganda para construir desde lo simbólico un cierto deber ser para el trabajador a partir de ciertas concesiones que había logrado el Estado, pero así también, una estética ligada al posterior acceso de los sectores populares al capital cultural que, hasta el momento, pertenecía a las usinas aristocráticas de nuestro país. Lo que hemos contrapuesto como bello, lo feo, lo bueno y lo malo es poner en tensión las estéticas de un viejo orden y un nuevo orden que se rechazan; en donde también encontramos el auge de unos y la decadencia de otros.
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