Luna Follegati Montenegro (CONICYT - Universidad de Chile)
Eje Temático: Formas Políticas
La lectura biopolítica desarrollada por Michel Foucault, y continuada por diversos autores contemporáneos, nos explicita las conexiones que genera el poder para forjar una inclusión dominante en todas las esferas de la vida. La comunidad soberana actual, desde esta ribera, no sólo restringe nuestra libertad, sino que también el sentido mismo de la existencia individual y colectiva. Ello, desde la contradicción generada por un Estado biopolítico que pretende regular y proteger el cuerpo de los individuos por una parte, pero que por otra aplaca nuestra existencia: aquello que salvaguarda el cuerpo (individual, social y político) es también aquello que impide su desarrollo. En la extinción del espacio común, la noción economicista de los nuevos tiempos juega un importante papel. Las prácticas biopolíticas y los procesos de industrialización lograron imprimir una lógica productiva en los individuos, y una promesa política como respuesta a las desigualdades. En este sentido, la democracia no sólo imprime una idea de subordinación a la ley, desde los sujetos, sino también una mutua dependencia y relación entre éstos y el sistema, interacción que está radicada en las posibilidades de adquisición económica, y en la libertad para alcanzar dichos fines. Frente a lo anterior, el objetivo de la ponencia propuesta es entrar en el análisis de la democracia chilena actual desde una perspectiva biopolítica, atendiendo particularmente a la relación entre el neoliberalismo imperante y el pasado dictatorial, que confluyeron en la contradictoria racionalidad política de la Concertación (coalición gobernante entre los años 1990-2010). Consideramos que Chile se sitúa en un especial escenario, donde la Dictadura Militar –configurada desde la excepción y aniquilamiento- sienta las bases para el rearme del capitalismo actual mediante la articulación de un sistema político que se asienta en los cimientos mismos del régimen. Esta conflictividad sería de especial interés para un análisis político del proceso de la transición. En este sentido, apuntamos a un análisis del sistema político chileno donde el neoliberalismo es visto desde el semblante biopolítico en la medida que se constituye como un proyecto estatal, desplazando la noción soberana al campo económico. En este caso, la Concertación representa la política impolítica. Nos habla de esta incongruencia entre lo que se manifiesta como el deseo político, y los espacios de desenvolvimiento de éste, situando al sistema democrático en un singular sitial. Una democracia que ha devenido en mito, heroica de su impoliticidad. El emprendimiento, la pesquisa de mejores condiciones por medios y mecanismos propios es el rasgo característico del individuo neoliberal, articulado por el afán de competencia y objetivado por el arte gubernamental del neoliberalismo. El neoliberalismo se despliega justamente de la orquesta articulada por y desde el gobierno, adecuado y domesticado para tales fines. La sociedad neoliberal es el éxito de la implementación de los principios gubernamentales de la sobrevivencia, una ‘fuerza’ individual que se construye sin exigir demasiado a las instituciones ni a la sociedad. Un individuo libre, flexible y precario, que no necesita de partidos, políticos, sindicatos ni organizaciones intermedias. Este ideal de individuo neoliberal – subjetivado en un cuerpo biopolítico– e impregnado de la libertad negativa, no hace sino acentuar la deuda construida siglos atrás. En este sentido, la ponencia enfatizará en una nueva figura creada en los contextos de la vida precaria, vulnerada y frágil: la imagen de la sobrevivencia en el escenario chileno contemporáneo.
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