Federico E. Testoni (Instituto de Lingüística, FFyL – UBA)
Eje Temático Conflicto y Estrategias de Resistencia
El texto que presentaremos materializa la voluntad de compartir y poner a disposición de otros cientistas sociales, el desarrollo de lo que esperamos convertir en una nueva herramienta de análisis para las acciones colectivas entendidas dentro de un marco particular -el análisis del discurso- y como resultado de una toma de decisiones basada en un sistema de creencias de constitución social. A partir de esa perspectiva cognitiva (Raiter 2012) nos colocamos en el campo de la sociolingüística -desde el estudio de las relaciones entre ideología, sociedad y lenguaje (Voloshinov 1929)- para preguntarnos sobre el rol del lenguaje en la conformación de ese sistema de creencias, y de la relación dialéctica entre el cambio social y las características del lenguaje (Hodge y Kress 1993). Así, confiamos en el análisis del discurso como disciplina desarrollada críticamente (Fairblough y Wodak 2000) para analizar, a través de las formas lingüísticas concretas, el funcionamiento de las condiciones de producción de significado, el intersicurso, lo no-dicho (Pecheux 1978) y para caracterizar al discurso dominante y su funcionamiento (Raiter 1990). El trabajo propuesto forma parte del proyecto Vayan a trabajar, orientado a analizar las representaciones sociales (Raiter 2012) que circulan sobre la política y su relación con el mundo del trabajo. Así, ponemos el foco en las representaciones que construyen, ponen en circulación y tranasforman diferentes trabajadores continuando con una serie de trabajos hechos durante la etapa exploratoria del proyecto. En los mismos logramos definir una serie de metdologías que entendemos útiles para el análisis de lo propuesto. En un primer momento analizamos la distribución pronominal como estrategia para asumir y distruibuir posiciones sobre lo enunciado (Lavandera 1984) y así redefinir la política (Testoni 2013a) y confrontamos ese análisis con otro (Testoni 2013b) hecho a partir de las cadenas argumentativas (Ducrot 1984) que el entrevistado construye viendo cómo en su argumentación apela a representaciones determinadas y cómo haciendo eso se coloca en una determinada posición en el interdiscurso (Pecheux 1978, Guimaraes 1998). Luego, procedimos al contraste de dos entrevistas para empezar a construir un corpus en el cual podamos probar la metodología con vistas a que se transforme en una herramienta de análisis: así trabajamos sobre la utilización del discurso directo como marcas de heterogeneidad mostrada (Authier-Revouz, 1990). Lo presentado en esta ocasión representará entonces, las conclusiones obtenidas en los dos momentos de esta primera etapa, en las que pudimos observar cómo un hablante construye representaciones propias, cómo esas representaciones contrastan con otros entrevistados, y como a través de estas tres herramientas: las escenas discursivas, las cadenas argumentativas y el discurso directo, diferentes entrevistados ponen en circulación (en diferentes grados) un discurso que compite con el dominante. La existencia de éste último constituye nuestra hipótesis última. Un discurso que no necesariamente se le opone y que a la vez, construye diferentes representaciones sociales las cuales formarán parte de sistemas de creencias individuales. Un discurso diferente al dominante, asociado con las operaciones que las clases subalternas ejecutan sobre el lenguaje (Gramsci 2013) Es esta caracterización de ese discurso “diferente”, mejor dicho, es el proceso de su identificación y análisis el que esperamos signifique un aporte para el análisis social de los sistemas de representaciones sociales que construyen las clases subalternas, a partir de las cuales se transforman los sistemas de creencias que servirán como guía para la acción.
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