Identidades políticas
Harold Fabián Bañol Rodríguez (Aspirante a Magister en Filosofía Moral y Política Universidad Tecnológica de Pereira -Colombia)
"La actividad política es la que desplaza a un cuerpo del lugar que le estaba asignado o cambiar el destino de un lugar; hacer ver lo que no tenía razón de ser visto, hacer escuchar un discurso allí donde solo el ruido tenía lugar."
Jacques Rancière
Las sociedades contemporáneas y el mundo occidental viven un momento de crisis, que surge por la pugna entre un universalismo obstinado a permanecer en la escena política, frente al auge y la consolidación de movimientos sociales e intelectuales enmarcados en las lógicas post, que asumen su papel protagónico en la historia, como consecuencia de la promesa incumplida de la modernidad. Esta crisis se desenvuelve en relación con el desdibujamiento del Estado-Nación, por su pérdida de autonomía y al asimilacionismo internacional al que ha sido sometido, frente al proceso globalizador y el desarrollo del modelo económico capitalista mundial. Es a partir de esto, que deberán generarse alternativas políticas que establezcan una ruta de salida a la crisis mencionada. Sin embargo, lo antes dicho no es nada nuevo, por lo que podría decirse que la discusión ha girado en torno a tres líneas fundamentales; la primera respecto al dilema frente los procesos de redistribución o de reconocimiento igualitario como garantía de una justicia social; la segunda como la articulación de los paradigmas redistributivos y de reconocimiento igualitario a partir de la figura de participación política en condiciones de paridad; y una tercera línea que se pregunta sobre las condiciones de posibilidad de esto último a partir de un proceso de autoafirmación, diferenciación y reconocimiento social, que contribuya a la consolidación de una política de la identidad; bajo un imperativo categórico intercultural en el marco de una teoría de la justicia amplia e incluyente.Pero esto deja un cabo suelto, y es el marco en que deberá desarrollarse no solo la discusión, sino también las exigencias y reivindicaciones sociales que surgen a partir de la crisis mencionada; que repercute necesariamente en el papel que juegan los estados nacionales modernos en su dinámicas internas y las relaciones internacionales, que como ya se sugirió antes, las funciones de este, en el marco del tratado de Westfalia, se lo caracteriza por la concentración del poder en un territorio, con autonomía administrativa, militar y burocrática, y en conjunción con modelo político keynesiano del estado de bienestar dentro del proyecto socialdemócrata, se encuentra hoy en crisis, dado el modelo de globalización y desarrollo económico capitalista. Por consiguiente, es necesario reconocer que esto mencionado hasta ahora, ha generado nuevas dinámicas relacionales dentro y fuera de los Estados-Nación modernos que no se pueden desconocer. En este sentido, la discusión aquí propuesta deberá presentar alternativas frente a un espacio, que sin desconocer las dinámicas estatales y nacionales, las cuales representan un nodo esencial de desarrollo de las políticas de la identidad, tengan presente las dinámicas internacionales dentro de un esquema integrador postwesfaliano y postkeynesiano, que respalde la idea de la construcción de un imperativo categórico intercultural.
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