El movimiento estudiantil chileno y cordobés: la conciencia anti hegemonica y la estratégica creativa.
Mauricio Fernandez Gioino (UCC)
Eje Temático: Conflicto y Estrategias de Resistencia
Con la vuelta a la democracia y la reformas neoliberales, en América Latina crece el fenómeno de los movimientos sociales surgido hacia la década de los 70. Producto de décadas de dictaduras y políticas que apuntan a un Estado subordinado al mercado, nuestros países fueron llevados “a una situación de amplia pobreza y concentración de la riqueza,[en tanto] quitaron protección a las grandes masas populares y vastos sectores quedaron excluidos del sistema”(Quiroga y Morel, 2011: 2).
Esta situación, sumada a las “eternas deudas” de Nuestra América para con sus pueblos y la eclosión de demandas vinculadas a los derechos humanos, derechos de las mujeres y derechos de tercera generación (Magrini, 2011), crea el caldo de cultivo para que, hacia el siglo XXI, se de un gran aumento de la conflictividad social. Así, la situación histórica sumada a la decadencia de los modos organizativos tradicionales alrededor de partidos (Borón, 2010) y de sindicatos (Quiroga y Morel, 2011), hace que los nuevos movimientos sociales ganen adeptos, diversificando sus actores al cubrir más demandas y abordando nuevos repertorios de protesta.
Un sector especialmente activo en esta nueva etapa en la historia latinoamericana, y que puede ser entendido como movimiento social en cada uno de sus lugares de irrupción, son los estudiantes. Protestas en Venezuela en 2007, en Colombia en 2011, en México en 2012, en Argentina durante 2008 y 2010 en Buenos Aires y en 2010 en Córdoba y, tal vez el más destacado, el movimiento estudiantil chileno de 2001, 2006, 2008, 2011, 2012 y 2013; son expresiones de este fenómeno que certifican a los estudiantes como un actor importante a la hora de pensar los movimientos sociales en Nuestra América.
Este ensayo se centrará en el movimiento estudiantil chileno, por un lado, y por otro lado en la experiencia de los estudiantes de Córdoba capital en Argentina. Para ello, primero se mencionaran ciertas dimensiones del fenómeno de los movimientos sociales y la protesta, para luego poder rescatar al movimiento estudiantil como un movimiento social, resaltando la dimensión creativa de las protestas estudiantiles, lo que se ve como una faceta táctica en la estrategia de lucha estudiantil. Finalmente se evaluará la experiencia de este movimiento social, trayendo a la discusión las críticas a los movimientos sociales enmarcados en una corriente autonomista, elaborando a partir de ello algunas conclusiones.
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