Sujeto, discurso, política. Dos tesis para una aporía.
Carolina Collazo (UBA -IIGG)
Natalia Romé (UBA -IIGG)
La intervención que aquí proponemos se organiza en torno a dos ejes de preguntas que articulan de diferente manera, las tres categorías consignadas.
De un lado, se interrogan los modos en que lo subjetivo se presenta en retirada en un discurso filosófico que asume su politicidad. Esta cuestión será trabajada a partir de una serie de lecturas que proponen un vínculo entre Jacques Derrida y Louis Althusser en términos de un “encuentro”. El acontecimiento de tal encuentro habilita una particular articulación entre filosofía, política y subjetividad que no podría haber tenido lugar con anterioridad, ni ser efecto de una lectura inmanente de la obra de estos dos autores. Lo que toma forma tras el encuentro es lo que podría entenderse como un pensamiento político de la filosofía y una subjetividad constituida en términos de una radical desapropiación de sí. La fuerza política de esta aporía en la que conviven una subjetividad desapropiada y, no obstante, una filosofía como práctica de intervención, exige repensar no sólo la noción metafísica de Sujeto, sino también los modos en que la filosofía se ha organizado y pensado a sí misma en torno a esa noción.
En un segundo momento, se indaga a partir de la figura althusseriana del encuentro, el proceso de composición política en el que consisten solidariamente sujeto, régimen semiótico y estatalidad. El desarrollo de esta segunda tesis se apoyará en una serie de textos tardíos de Louis Althusser, principalmente su lectura de la obra de Maquiavelo y su reconstrucción de una corriente filosófica denominada “materialismo del encuentro”.
Los dos ejes apuntan a transitar desde diversas preguntas, una tensión sumamente productiva en el pensamiento político inscripto en la problemática althusseriana, aquella que puede reconocerse a partir de una indicación de Alain Badiou que orientará nuestra búsqueda y suscitará también algunas discusiones: “El sujeto, en el sentido de Althusser, es una función del Estado. No habrá, pues, sujeto político (…) Todo el problema consiste entonces en lo siguiente: ¿cómo designar el espacio singular de la política, si este es sustraído tanto al objeto y a la objetividad (la política no es la ciencia) como al sujeto (la política no es la ideología…)?”
En definitiva, se trata de asumir esa aporía de “lo subjetivo sin sujeto”, desplegar sus posibilidades para pensar lo político, una vez que las figuras fundacionalistas que asumen al sujeto como fuente de acción y sentido, son desplazas. O, como diría Derrida, en el momento en que en ausencia de centro o de origen “todo se convierte en discurso…”
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