Algunas contribuciones fundamentales del psicoanálisis lacaniano a la teoría política contemporánea
Mg. Hernán Fair
Institución: CONICET-CEDIS-UNSAM
Mail: herfair@hotmail.com
Eje temñatico: Discurso y Sujeto Político
Resumen
Mucho se ha escrito sobre la teoría psicoanalítica de Jacques Lacan. Sin embargo, como señalaba hace unos años Ernesto Laclau en el prólogo de la obra de Slavoj Zizek El sublime objeto de la ideología, la mayoría de los trabajos, con la excepción de la escuela psicoanalítica eslovena liderada precisamente por el renombrado filósofo y psicoanalista esloveno, han centrado históricamente su interés en su aspecto clínico, dejando en un lugar relegado su acercamiento a las Ciencias Sociales y, específicamente, a la teoría política contemporánea. El objetivo del siguiente trabajo consiste en indagar en las enseñanzas que se derivan de la obra del célebre psicoanalista francés, aunque haciendo hincapié en sus legados para comprender, pensar y actuar dentro de la teoría política contemporánea. Cabe mencionar, en ese sentido, que el propio Lacan, especialmente en sus últimos seminarios, ha intentado desarrollar un tipo de análisis en confluencia y diálogo recíproco con varios de los temas relacionados a la teoría política1. Así, aunque el intento de intersección entre el psicoanálisis y lo social se encuentra presentes ya desde sus primeros seminarios, e incluso se halla presente en los denominados textos “sociales” de Freud, es especialmente a partir de su Seminario XVII, publicado como el El reverso del psicoanálisis, aunque conocido corrientemente como Los cuatro discursos del psicoanálisis, donde el teórico francés ha incursionado de manera definitiva, aunque sutil, en el abordaje de los temas político-sociales. En ese contexto, Lacan ha criticado, en la línea de la sociología política, la primacía que adquiere el consumo en la sociedad capitalista. En el mismo sentido, ha criticado también, en consonancia con el análisis político del discurso y la filosofía política post-estructuralista, el tipo de discurso “unario” de la ciencia, por intentar borrar al sujeto y la política, en pos de una ciencia puramente objetiva y neutral. Sin embargo, donde se puede observar con más detalle esta confluencia con la teoría filosófica de la política es en sus últimos seminarios, especialmente en el XIX y el XX. En aquellos seminarios, conocidos como O peor y Aun, el psicoanalista francés realizará un análisis en íntima vinculación con la teoría y la filosofía política, e incluso con la semiótica de origen francés. En ese contexto, se remontará a Aristóteles y a Descartes para criticar, desde los aportes de la semiótica peirciana y la filosofía analítica de Wittgenstein, el tipo de discurso objetivista del racionalismo Iluminista. Es precisamente a partir de esta posible articulación entre el psicoanálisis y los temas de teoría política contemporánea, que a su vez encuentran una intersección vital en pensadores como Heidegger, en donde, a nuestro entender, pueden situarse los principales legados del psicoanálisis lacaniano a las Ciencias Sociales en general, y a la teoría política contemporánea en particular. Como se puede observar, nos diferenciamos, de este modo, del análisis puramente clínico y de su versión de psicoanálisis tanto conductista, como sistémica y gestáltica, para intentar un tipo de abordaje multi e interdisciplinario que, como lo han desarrollado teóricos de la talla de Slavoj Zizek, Ernesto Laclau, Joan Copjec y más recientemente Stravakakis, permitan dar cuenta de las múltiples enseñanzas teórico-políticas que pueden extraerse de la obra tan menospreciada e incomprendida, aunque a su vez fundamental, como es la de Jacques Lacan.
Según sostenemos, tres son, a grandes rasgos, las principales contribuciones que pueden extraerse de esta corriente de análisis psicoanalítica a la teoría política contemporánea. La afirmación acerca de la imposibilidad de la relación sexual, lo que nos lleva a la lógica del no todo y a la identificación en torno al objeto a, la presencia del inconsciente estructurado como un lenguaje, lo que nos lleva al goce como un elemento primordial en la conformación del lazo social, y la primacía absoluta del significante, lo que nos lleva en Lacan a destacar la presencia del nudo Borromeo como nueva configuración que estructura, y permite desestructur, a aquello que denominamos la realidad social.
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