23 y 24 de Noviembre de 2018
El capitalismo neoliberal y sus críticxs: de la desposesión y el gobierno a la construcción de alternativas.
Teatro de nominaciones: demostración y espectáculo sobre el cadalso; el verdugo y la fascinación del cálculo.
Urrutia Luciano
Centro de Investigación especializado Problemáticas filosófico-contemporáneas Universidad Nacional de Rosario
¿Cómo hacer hablar el poder?, ¿con qué tiempo contamos para ello, pero también con qué palabras?, ¿cuenta eso, es decir podríamos calcularlo acaso, podríamos mesurarlo, regularlo? El tiempo de este escrito será el de la Pena Capital, por lo tanto aquél que responde al cálculo de la cápita, de la capitalización y del capital. Será preciso entonces contar, en principio (ahí una de las garantías ontológicas más fuertes del logos soberano) con Una cabeza viril capaz del cálculo, capaz del razonamiento jurídico-político, capaz de la racionalidad teórica de Estado, que se eleve sobre las partes, sobre las particularidades, sobre las pasiones, sobre el entuerto. Indemne e insensible, se monta la máquina sobre la cual reposa esta lógica aparente, porque se trata de eso, de aparecer y desaparecer cabezas, de-mostrar e invisibilizar efectivamente en un instante, que todos somos proyecto y proyectores de esta escena, todos somos potencialmente en simultáneo: juez, jurado, verdugo, condenado, allegados y espectadores. Esta teológico-política condensa todo el erotismo del poder, es rubricada y lubricada con cada muerto en manos del Estado.
El cálculo, el tiempo, las palabras, lo posible como imposible: entre estos, la intimidad pudorosa de un discurso mesurado que se presenta y se dice "yo, soy" el verdugo.
Escrito desvelado este, escrito al alba, a contra reloj, a contra-tiempo, en la espera y por la demora de la condena.
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