23 y 24 de Noviembre de 2018
De la deuda a nuevas
formas de relación consigo y con los otros ¿es posible una desobediencia al
neoliberalismo?
Silvana Vignale
CONICET (INCHIUSA CCT Mendoza) - UDA
La dimensión productiva del neoliberalismo nos
permite conceptualizarlo no sólo como una doctrina económica, sino
efectivamente como uno de los modos en que nos constituimos como sujetos en
nuestra actualidad, de acuerdo a determinados valores y normas, propias del
desarrollo del capitalismo. Así como la acumulación originaria del capital
puede ser considerada una gran fábrica de trabajadores forzados, y de mendigos
y vagabundos que no se adaptaron a los nuevos modos de producción, el sujeto
endeudado constituye una figura que nos permite pensar en nuestras nuevas
formas de servidumbre. Nos proponemos profundizar aspectos de la
gubernamentalidad neoliberal y de la ética empresarial, a partir de la relación
entre el dispositivo de la deuda y los modos de subjetivación. Para ello, una
genealogía moral de la deuda –trabajo en el que me encuentro en proceso– nos
permite comprender el
advenimiento del hombre endeudado, a partir de nociones como las de
"promesa" y "culpa". Por lo tanto, se trata de dos
movimientos: por un lado, remontar nuestras formas actuales de servidumbre a su
genealogía; y por otro lado, –tal vez
una de las cuestiones más
complejas–, buscar identificar formas de resistencias a un
tipo de gubernamentalidad que ha logrado que, como sujetos, interioricemos el
mandato meritócrata, que hace que cada una/o invierta sobre sí misma/o como su
propio capital. En este punto nos interesa cómo esto último se juega en el
tablero biopolítico: se ocupa de dividir las vidas “que importan”, que se busca
proteger (“hacer vivir”), de las que se vuelven "descartables",
"sacrificables", las que se pueden abandonar (“dejar morir”). Sin dudas entonces, tanto la cuestión del
mercado como proceso subjetivo –teniendo a la deuda como dispositivo de servidumbre–,
como la de la gestión, regularización y precarización de las vidas, conlleva
aspectos sobre los que queremos tener especial atención: las dimensiones
antropológica y ética. Estas dimensiones nos permiten preguntarnos cuáles son
nuestras formas actuales de desobediencia frente a una gubernamentalidad que ha
sido efectiva respecto de la internalización del mandato meritócrata. Por eso,
la pregunta por la felicidad no deja de estar presente en nuestras reflexiones:
¿es posible una nueva forma de felicidad que no quede atada al mérito y
a la deuda?
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