Coordinadora: Dra. Julia Expósito (UNR-CONICET) y Hekaterina Delgado
El complejo y variopinto pensamiento político feminista advierte hace tiempo que el capitalismo, no simplemente se re-produce a través de las redes neoliberales, sino que es también profundamente patriarcal, y que nos oprime y explota a las mujeres como productoras y reproductoras de valor, mediante la regulación de nuestros cuerpos, expropiando nuestras capacidades reproductivas y laborales a través de lógicas familiares, estatales y de mercado. De este modo, la división social del trabajo capitalista implicó una invisiblilizada pero rotunda división sexual del trabajo, basada en la concentración del trabajo femenino en las tareas de reproducción y cuidado y en determinadas áreas y ramas de trabajo asalariado con altos grados de precarización y pauperización laboral (feminización de la pobreza). Las relaciones de producción y reproducción, como relaciones sociales en el marco del capitalismo, se sustentan en una triple y compleja jornada laboral de las mujeres: la no-asalariada (doméstica y reproductiva, tareas asistenciales y de cuidado), las tareas vinculadas a las emociones y al amor en el marco de relaciones sexo/afectivas heteropatriarcales y la remunerada (mayor precarización y explotación laboral). Por tanto, capitalismo, neoliberalismo y patriarcado se presuponen, entramando un modo de acumulación que se sustenta en el no reconocimiento de la re-producción del trabajo femenino “como una actividad socio-económica y como una fuente de acumulación del capital y, en cambio, la mistifica como un recurso natural, un servicio personal, al tiempo que saca provecho de la condición no-asalariada del trabajo involuntario” (Federici, 2015:11). Más aun, esta triple relación sustenta un conjunto de relaciones sociales sexo-afectivas, políticas y económicas que dominan, explotan, violentan y oprimen a las mujeres por su género, apropiándose de las fuerzas (re)productivas, de sus cuerpos y de sus vidas.
Por ello, en este eje procuramos discutir los debates políticos actuales de los múltiples feminismos que abordan los modos de relaciones que se tejen entre capitalismo, neoliberalismo y patriarcado. De este modo, se busca reflexionar acerca de las lógicas patriarcales operantes en los procesos socio-políticos de subjetivación capitalista, pero también sobre sus grietas y los consecuentes procesos de luchas, donde los feminismos generan complejos aportes e interrogantes a la hora de pensar las subjetividades resistentes y revolucionarias, y los modos político-organizativos que deben asumirse en la actualidad.
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