Coordinadores: Diego Caramés (UNA-UBA) y Elena Mancinelli (UNA-UBA)
¿Qué es lo que marca la condición crítica de un tiempo? Y si esa condición supone algún tipo de intervención urgente, ¿cómo puede, entonces, pensarse la política en el medio de esa urgencia? El presente eje temático propone situar a la estética como una perspectiva privilegiada para indagar este horizonte político. Como es sabido, un aspecto axiomático del pensamiento de Jacques Rancière consiste en rechazar a rajatabla la clásica oposición entre esencia y apariencia. Uno de los resultados más sobresalientes de dicho rechazo consiste en situar a la política y a la estética en un mutuo juego de traducción. Retomando esa premisa ranciereana buscamos, por un lado, abrir un espacio para pensar la política enfocando la multiplicidad de “escenas” que constituyen las formas sensibles de ser del arte y, por otro, que el vilo nervioso que es efecto de este tiempo abismático permita inquietar la calma a la que nos tiene acostumbrados la organización disciplinar del pensamiento.
Más allá de lo sabido, lo pretendido y lo incierto, la capacidad inagotable de producción y circulación de imágenes en el presente, sumada a las alteraciones que lo digital imprime en las formas clásicas del lazo social, reavivan las discusiones en torno al archivo y la memoria, lo público y lo privado, al status de la imagen y sus efectos en la afectividad contemporánea, y ponen, una vez más, entre signos de interrogación a las potencias críticas del arte. Es, entonces, en el cruce de las cuestiones señaladas y las distintas tradiciones teóricas del campo estético donde buscamos enmarcar el debate.
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