Convocatoria Eje Temático Conflicto y Estrategias de Resistencia

IV Jornadas Debates Actuales de la Teoría Política Contemporánea

Convocatoria 2013, Eje temático: Conflicto y Estrategias de Resistencia

Coordinador: Horacio Potel

La Red, con su capacidad infinita de copiar, injertar, yuxtaponer textos en todas las formas de la reiteración y de la modificación, está erosionando el concepto de autor y por supuesto el de editor, junto con el pensamiento tradicional que les sirve de base: este pensamiento que sostiene que la sociedad es un conglomerado de átomos, de individuos que han “creado” la sociedad y que por tanto no tienen ningún lazo previo ni obligación para con los otros. Este pensamiento, que desconoce que nacemos en un mundo dado, es decir en un mundo que nos ha sido donado, bajo una lengua también dada, hemos recibido una herencia social que nos ha constituido. Nacemos ligados, totalmente endeudados con los otros.

Frente a esto tenemos por un lado gigantescas corporaciones que quieren sostener su modelo de ganancias basado en un acceso restringido a la cultura y por otro un bando tecnófilo, para llamarlo de alguna manera, que sostiene una visión romántica, por tanto también basada en la fantasía del sujeto y desde ella alimenta la fantasía de la comunicación inmediata, total y sin control, la transparencia universal, la fraternidad de una renacida Babel, más allá de toda frontera y de toda lengua, gran aldea democrática, mundo feliz de los últimos hombres dedicados a escribir por fin el Libro omnipresente, infinito, sin soporte, puro espíritu, sin autor o más bien obra de todos, del pueblo, del pueblo de Dios ya que se trata del Libro Divino, del Libro de la Naturaleza, del Libro-Mundo, del Libro Total, es decir justo aquel cuya muerte se anuncia.

En este contexto desconcertante donde la velocidad de los cambios supera la velocidad de los pensamientos, llamamos a debatir cuales deben ser las políticas a seguir en la Red. Qué hacer con los derechos de autor, cuando no se trata solamente de abrir toda frontera para el conocimiento, lo que es sin duda una tarea fundamental, abriendo paso así a una nueva conceptualización de la cultura; sino también de proteger el derecho de las singularidades que somos frente a maquinas de apropiación masiva, autodenominadas por ejemplo «redes sociales» que no sólo devoran en su beneficio, nuestros datos sino nuestras vidas, nuestros mensajes, los hilos que vamos tramando en el tejido común para con ellos escribir su propia y única historia.