Declaración Pública de Debates Actuales sobre el Golpe en Bolivia
Quienes conformamos el grupo Debates Actuales de la Teoría Política Contemporánea, colectivo interdisciplinario dedicado a la investigación teórico-política, no podemos callarnos frente al brutal golpe de Estado cívico, policial y militar que ha depuesto al gobierno constitucional de Evo Morales y quebrado el orden democrático en Bolivia. Repudiamos el actuar antidemocrático y violento de las fuerzas policiales y de las fuerzas armadas, de los medios de comunicación bolivianos y regionales que han desinformado sistemáticamente, pero sobre todo de los autoproclamados líderes de la oposición y de la Organización de los Estados Americanos (OEA), que primero desconocieron sin argumento alguno los resultados de las últimas elecciones, que luego forzaron al gobierno a llamar a unas nuevas elecciones y que finalmente mostraron el verdadero objetivo: el derrocamiento de un gobierno democrático no sólo en su origen y en su forma, sino también en su contenido, el derrocamiento del gobierno que enfrentó por primera vez en su historia el carácter colonial y racista de la estructura social boliviana, que constitucionalizó el carácter plurinacional del Estado democratizando las instituciones políticas que fueron históricamente un privilegio blanco, que permitió el empoderamiento y la autonomía de las comunidades, que nacionalizó y redistribuyó recursos, que democratizó el acceso a la educación, a la salud, al bienestar, que construyó las infraestructuras básicas para la reproducción de un pueblo y su cultura como viviendas, escuelas, hospitales y rutas, infraestructura que las elites extractivistas que gobernaron históricamente al país nunca antes construyeron.
Frente a ese proceso democrático, igualitario, plural y soberano, el más profundo de la historia regional reciente, las elites locales, las oligarquías terrateniente y empresarial, el poder de las corporaciones transnacionales interesadas en los recursos naturales, la OEA y, por su intermedio, el gobierno de los EEUU, han opuesto la desestabilización permanente, la violencia policial y para-estatal convocando a la población civil a “cazar” a quienes se opongan al golpe de estado. Si el proceso de democratización del MAS implicó disputar los privilegios de clase, raciales, de género y coloniales que han imperado por siglos en Bolivia, el Golpe asume hoy la forma reactiva del odio, de la violencia y del escarmiento contra lxs coyas, lxs indixs, lxs pobres, las mujeres, es decir contra los cuerpos y formas de vida racializadas, generizadas, minorizadas. La destrucción de la Whipala, símbolo de la Estado Plurinacional, por parte de los líderes políticos del Golpe y por los policías acuartelados, no hace más que reforzar ese odio y convocar a la población, so pretexto del rechazo al supuesto fraude electoral, al ejercicio de una violencia racista que genera terror. Así, los que se decían cívicos, democráticos y republicanos hasta ayer, irrumpen hoy en la casa de gobierno sin ningún tipo de legitimidad y literalmente se arrodillan frente a la biblia con el fusil en la mano. Repiten así el gesto originario de la conquista y pretenden volver a poner a Bolivia en el lugar del cual, para ellos, nunca debería haber salido: la subordinación colonial y sus privilegios. El Golpe pretende borrar de la memoria y del futuro la experiencia política democrática indigenista más fuerte y exitosa de América Latina, ese es el verdadero peligro para la estructura colonial de nuestra región. Como reconoce Evo Morales, su peor pecado es ser indio y anti-imperialista.
Por ello, desde Debates Actuales, exigimos al Gobierno Nacional que, respetando la tradición diplomática argentina, repudie el Golpe de Estado al gobierno constitucional de Bolivia. Quienes pretenden esconder el golpe bajo la presunta renuncia anunciada por Evo Morales y Álvaro García Linera, deberían saber que cuando se renuncia a las vías institucionales, de lo que se trata es de un golpe. Por ello, más allá de la discusión sobre la legitimidad del gobierno de Evo Morales de presentarse a elecciones nuevamente (habilitado legalmente por la Corte Suprema) o sobre las supuestas irregularidades en las elecciones para el próximo mandato (sobre las que la auditoria de la OEA no ofrece pruebas) lo que no podemos aceptar es usar esos argumentos para justificar un Golpe de Estado en nuestra región y el despliegue de la violencia antidemocrática y racista.
El Golpe en Bolivia es parte del momento aciago que vivimos en América Latina con el avance de una derecha abiertamente racista, machista, xenófoba, patriarcal, oscurantista y a la vez empresarial y proimperialista para la cual el Estado de derecho es un lastre con el cual no piensan cargar. Estamos ante la presencia de una violencia desembozada por la eliminación de cualquier vestigio de derecho que venga a poner freno a la acumulación desenfrenada. Mientras los autoproclamados “republicanos” vernáculos -los mismos que nunca hablan de derechos o lo hacen de manera despectiva-, miran para otro lado y se niegan a llamar a las cosas por su nombre, desde Debates Actuales de la Teoría Política Contemporánea denunciamos el golpe de estado en Bolivia y saludamos el espíritu insumiso de los pueblos que hoy se revelan frente a las oligarquías plutocráticas que quieren someternos a una vida miserable.
Debates Actuales somos: Adrián Velázquez, Emiliano Sacchi, Emilio Lo Valvo, Julia Exposito, Laura Gutiérrez, Luciana Alvarez, Marile di Filippo, Matias Saidel, Ricardo Esteves, Silvana Vignale
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