¿No future? Activismos y estéticas manifestantes latinoamericanas contemporáneas

 8-¿No future? Activismos y estéticas manifestantes latinoamericanas contemporáneas

Coordinan: Marilé Di Filippo (UNR-UBA) y Maria Laura Gutierrez (FCE-UNER-CONICET) mariledifilippo@hotmail.com 

mlgutierrezpica@gmail.com 

En el 2019, en las últimas Jornadas de Debates Actuales, nos preguntábamos si podía el arte imaginar el futuro mientras veíamos con inusitado asombro y relativa esperanza las revueltas chilenas al otro lado de la cordillera. El estallido daba lugar a la imaginación como pie de acción que se sintetizaba en tres grandes proclamas que hacían del derecho a aparecer, a imaginar los futuros posible, una forma expresa de la ocupación de los espacios públicos: “Chile despertó, no era depresión era capitalismo”, “No volveremos a la normalidad porque la normalidad era el

problema” o “luchar hasta que valga la pena vivir” como clamaban lxs chilenxs. En ese incendio colectivo se hizo lugar no sólo a la apuesta de invención de la vida en común y sus condición en el presente -al resignificar, subjetivar y disputar de modos diferenciales la violencia estatal contra las formas convocantes de la desobediencia- sino también se activó el rechazo a la promesa de felicidad y aceptación neoliberal de un futuro diagramado por el capital. En ese sentido, el rechazo a la “vanguardia” como clave de acción futura fue clave: “jamás vanguardia, siempre autocuidado”, decían; recuperando los aprendizajes de un presente que se reconocía -y distinguía- en el pasado pero que desconfiaba de sus temporalidades y trazados que prometen un futuro inminente apenas levantemos el adoquín. Una apuesta que, sin embargo, no cesó de transformarlo todo, entre ello, la propia constitución del legado pinochetista. 

Tres años después, sin haber imaginado la radical transformación de nuestras existencias a partir de la crisis política, económica, subjetiva y colectiva de los lazos en común que produjo las formas de enfrentar y sobrevivir a la Pandemia del COVID-19, seguimos rehabilitando esos imaginarios de futuro posible. Mientras el virus arrasaba la reconfiguración profunda de nuestras existencias exigiéndonos un estado de vigilia/vigilancia permanente, profundizando las violencias y precarizaciones generizadas, sexualizadas y racializadas de los cuerpos y de nuestras históricas formas de (auto)cuidado- vimos igualmente ensayarse diferentes estrategias manifestantes en condiciones de vulnerabilidad y resistencia que, a pesar de todo, ocuparon las calles exigiendo aborto legal, trazando formas de vivir en condiciones dignas, proclamando el derecho a un mundo eco-sustentable, reclamando el fin de la precarización laboral, repudiando la violencia institucional y/o urbana, o revisando las formas de cuidar y enterrar a nuestros seres amados. 

También vimos, con extrañeza, las apropiaciones de las formas estéticas políticas tradicionalmente utilizadas por las revueltas populares, ahora reactualizadas por las derechas neoliberales que ocuparon masivamente el espacio público de América del Sur. Vimos, con más asombro aún, la creatividad y capacidad de inventiva en algunas de sus formas expresivas, lo que aportó otro dato novedoso. 

En este contexto, los interrogantes acerca de las formas de la imaginación política, -pero también de las propias visualidades e imágenes en el capitalismo global- y la posibilidad de invención de un futuro otro siguen tan vigentes como entonces. No sólo en términos políticos sino estéticos (si es que esas dimensiones pueden distinguirse tan polarizadamente). Nos convocan entonces preguntas que siguen girando alrededor de nuestro imaginario colectivo del futuro como destellos de una historia viva que hace de las cenizas una apuesta a mitad de camino entre la heroicidad transformadora y el resignado derrotismo ¿Cómo pensar las huellas de la futuridad o de lo posible desde las prácticas y activismos artísticos en contextos de crisis? ¿Cómo emergen y de qué formas construimos espacios de reflexión colectiva alrededor de las apropiaciones por parte de colectivos conservadores, misóginos, homo-lesbo-trans-fóbicos y racistas con los elementos de las históricas formas manifestantes de los activismos que ocupaban el espacio público, en búsqueda de otras condiciones de existencia, contra las violencias estatales, patriarcales y racistas? 

Es por ello que invitamos a pensar juntes con propuestas teóricas, ensayísticas, metodológicas y/o artísticas que nos interpelen e indaguen sobre formas de activación político-poéticas en la invención o el imaginario posible del (no) futuro; así como aquellos trabajos que se pregunten por las estelas de ese futuro incierto de las imágenes y sus apropiaciones por parte de movimientos conservadores y, sus consecuencias en la construcción subjetiva, política y estética en el siglo XXI. También, trabajos que acerquen reflexiones sobre los desafíos de los cruces entre arte y política, sus modos diferenciales de experimentarse en distintas experiencias políticas, colectivas, subjetivas así como en las propias encarnaciones estéticas que traza el propio poder neoliberal y sus maquinarias de control y biopolítica.