martes, 23 de junio de 2015

Tercera Circular VI Jornadas Debates Actuales de la Teoría Política Contemporánea, 2015

Tercera Circular VI Jornadas Debates Actuales de la Teoría Política Contemporánea, 2015


Invitamos a todos, el 17 y 18 de julio, en Santiago del Estero, 1039, Facultad de Ciencias Sociales, UBA, a asistir y participar de las VI Jornadas Debates Actuales de la Teoría Política Contemporánea.

Las jornadas proponen brindar un espacio para el debate y la reflexión colectiva sobre los problemas políticos de nuestro tiempo.

La actividad se realizará durante los dos días y se les brindará a los participantes y asistentes todas lo necesario para trabajar cómodamente a lo largo de las jornadas.

Los textos de los participantes de las jornadas se encuentran publicados y establecidos los grupos de discusión de los ejes temáticos. Los invitamos a conocer los trabajos y propuestas de los compañeros de grupo de debate.

Los seis ejes temáticos trabajarán simultáneamente durante un día y medio, para el sábado por la tarde realizar una discusión plenaria.

Los ejes temáticos son:

Coordinador
Matías Saidel (CONICET/UCSF, UNR)

En las últimas décadas vuelve a cobrar fuerza una pregunta que atraviesa toda la tradición filosófica y política occidental: aquella que (se) interroga (sobre) lo común. Dicho interrogante ha tenido diversas modulaciones, presupuestos y conceptualizaciones a lo largo de la historia, imposibles de abarcar aquí, desde la noción griega y luego cristiana de koinonía y sus declinaciones políticas y eclesiásticas a las modernas comunidades nacionales, por no hablar de la actual proliferación de comunidades más fluidas, virtuales o de prácticas, o de los retornos de nuevos comunitarismos etnocéntricos y a menudo excluyentes.
En ese recorrido, no puede olvidarse la distinción basilar de la sociología entre comunidad y sociedad como formas de configuración de lo común —o tipos ideales— que se alternan y suceden a lo largo de la historia. Dicha distinción ha dominado el pensamiento sociológico sobre lo común, al marcar la supuesta ruptura de las sociedades modernas basadas en el individualismo mercantil con las formas tradicionales de solidaridad mecánica (Durkheim) que aseguraban la cohesión social, habilitando lecturas en clave nostálgica que tendrían consecuencias políticas funestas en la primera mitad del siglo XX.
Sin embargo, ya en el pensamiento decimonónico se encuentran elementos para imaginar otras derivas de lo común. Basta pensar en las apuestas revolucionarias que vislumbraron una comunidad emancipada que aún no había tenido lugar, en la toma de distancia nietzscheana frente a las formas heredadas de la patria (Vaterland) para apostar a la tierra de los hijos (Kinderland), y, más acá, en la apertura de un nuevo horizonte que implicó la deconstrucción heideggeriana de la noción de fundamento (Grund) para señalar su carácter abisal (Ab-grund) y las teorías como las de Wittgenstein que han ligado los juegos de lenguaje a una forma de vida y por ende al uso y ya no a un fundamento etno-racial como el de la filología y antropologías decimonónicas.
Todos esos aportes hicieron posibles las nuevas revisiones que a partir de los años 1970 y 1980 retomaron una palabra —comunidad— impronunciable en buena parte de Europa después de su utilización por el nazismo y por los crímenes del socialismo soviético; y una dimensión —lo común— que aparece como cada vez más claramente distinguible de lo privado y de lo público (Hardt y Negri, Esposito). En ese marco, encontramos una gran variedad de propuestas en conflicto recíproco que van desde las comunidades ideales de la comunicación intersubjetiva, los comunitarismos anglosajones que parten de una ontología holista marcando diferencias internas a la tradición liberal, y todo un amplio espectro de teorías postfundacionales que asumen la diferencia ontológica y la contingencia de todo fundamento como punto de partida (Marchart). En este último apartado podríamos citar por ejemplo, el debate sobre la comunidad inoperante (Nancy), inconfesable (Blanchot), “mesiánica” (Agamben), o impolítica (Esposito), que manifiesta, como mínimo, la necesidad de establecer una clara distinción entre lo común y lo propio. Asimismo podríamos incluir ciertas propuestas post-marxistas que piensan lo común como una construcción socio-discursiva en un campo atravesado por el antagonismo (Laclau) o que consideran el desacuerdo en torno a las palabras y las asignaciones de las partes como un espacio común de conflicto político (Ranciere). También caben destacar propuestas como las de Hardt y Negri que piensan lo común como la precondición y el resultado de la cooperación social, involucrando tanto los bienes comunes naturales como las producciones inmateriales autónomas del cognitariado postfordista. Esta enumeración, que no pretende ser exhaustiva, habilita a pensar distintos cuasi-trascendentales que pueden fundar lo común de manera contingente: el lenguaje, el pensamiento, la producción, la inoperancia, la ex—sistencia, la ex—posición, la historicidad, la información, y un largo etcétera.
En este sentido, las preguntas sobre las que buscaremos detenernos en nuestro eje temático tienen que ver con los modos posibles de entender lo común, sus condiciones de posibilidad y sus derivas desde distintas disciplinas y teorías. En particular, invitamos a escribir y debatir sobre la relación entre lo común y lo/a político/a, las apuestas en torno a lo común en el marco de las relaciones de poder contemporáneas, los sentidos posibles del comunismo en la actualidad, los debates modernos y contemporáneos en torno a la comunidad, propuestas sobre la relación entre individuo, sujeto, singularidad y comunidad, reflexiones sobre las nuevas formas que asume lo común frente a los desafíos y oportunidades de la sociedad informacional actual, la virtualización de la comunicación y las formas de producción basadas en el conocimiento compartido, estudios sobre los nuevos comunitarismos y nacionalismos, sobre las comunidades basadas en prácticas particulares, sobre las aperturas de lo común propias de la ciberpolítica, sobre los diversos fundamentos o elementos posibles que se puedan proponer sobre nuevas configuraciones de lo común, etc. En resumen, invitamos a participar del debate a quienes deseen reflexionar en-común sobre lo común desde la mayor diversidad de perspectivas posibles.

Emiliano Sacchi (CONICET - CEFC Comahue)

El primer interrogante teórico para este eje gira en torno a las relaciones entre poder y subjetividad o, dicho de otra forma, en torno a las maneras en que se vinculan las formas concretas que adquiere el ejercicio del poder y los modos de subjetividad inherentes a ellos. Se inscribe así en la estela de una forma de interrogar las relaciones entre subjetividad y política que tiene en M. Foucault un claro antecedente. Pero, más allá de esa referencia autoral, nos interesan particularmente propuestas teóricas, análisis empíricos, ejercicios experimentales que tensionen aquél interrogante con las transformaciones recientes en el capitalismo, en la cultura, en las formas del saber, en la tecnología y en los procesos sociales en general. Nos interesa reflexionar y abrir un espacio de discusión sobre los procesos de subjetivación en la actualidad. Por ello, no es la gran pregunta ¿Qué es el Sujeto? la que nos convoca, sino las interrogaciones por los múltiples procesos en los que se construye la subjetividad. En efecto, ésta está constituida en y por las experiencias históricas. En ese sentido hablamos de subjetivación como proceso, pues en el entramado histórico de los discursos y las prácticas, se constituyen los modos de existencia. La subjetividad se hace, se produce, se fabrica. Entonces nos interrogamos: ¿Cuáles son los dispositivos, las máquinas, las instituciones, la relaciones, las prácticas, los discursos, que modelan las formas de subjetividad en la actualidad? ¿Cuáles las que resisten e inauguran nuevos modos de ser?
Ello supone la pregunta central por las formas que adquiere el ejercicio del poder en las sociedades contemporáneas. De nuevo acá la pregunta no es por el qué del poder, por su esencia, sino por el cómo, por sus modos de funcionamiento, por sus dispositivos concretos, por sus racionalidades, por sus formas materiales y abstractas, y sobre todo, por sus trans-formaciones y sus nuevas formas. Deleuze ha propuesto comprender en términos de sociedad de control el nuevo régimen de poder y de saber que vendría a remozar los viejos dispositivos de la sociedad moderna. El mismo Foucault señalaba en los años ’80 el nacimiento del neoliberalismo como nueva forma de gubernamentalidad irreductible a aquellos. Otras investigaciones (Negri, Virno, Hardt, Lazzarato) han vinculado estas nuevas formas de poder con las vicisitudes del capitalismo y las transformaciones en la producción y el trabajo. Autores anglosajones (Dillon, Rabinow, Rose) han intentado analizar esta mutación en relación a los nuevos saberes científicos y los modos que estos saberes redefinen lo que somos. Desde la perspectiva CTS y desde las corrientes más activas del feminismo se llama la atención sobre la mutación fármaco-tecnológicas y las nuevas formas de dominación (Haraway, Preciado). Cada uno de los aportes de esta enumeración no exhaustiva indica que en la actualidad asistimos a la instalación progresiva y dispersa de un nuevo régimen de dominación que se dibuja en disposiciones que no son ya las de la sociedad moderna. ¿Qué procesos de sujeción, de subjetivación y que posibilidades de resistencia implican estas transformaciones?
En ese sentido, poder y subjetividad son para nosotros palabras claves pero, a través de ellas, nos convoca la pregunta por el presente. ¿Qué somos nosotros hoy? ¿Qué es este “hoy” en el cual vivimos? ¿Cuáles son los dispositivos de poder que definen los límites de lo que somos, hacemos y pensamos? ¿Qué procesos de sujeción y de subjetivación implican? ¿Qué hay de novedoso en éstos? ¿Qué formas de relación social conllevan? ¿Qué tipo de experiencia somos capaces de realizar en nuestro presente? ¿Cómo se ha constituido esta experiencia? ¿Cómo es posible que seamos estos que somos? y entonces también ¿Cómo es posible que devengamos otros?

Camilo Enrique Rios Rozo (UBA – IDAES, CONICET)
Desde que Deleuze introdujo la noción de ‘sociedades de control’, inspirada por Burroughs y silenciosamente también por sus conversaciones con Guattari, ésta ha sido un campo abierto para la investigación filosófica, política y en general de las ciencias sociales y humanas. El reducido espacio que ocupa esta noción en el pensamiento de Deleuze no ha impedido que pensadores contemporáneos como Lazzarato, Bifo, Negri, Agamben, Mattelart, Rose, Virilio, o más recientemente Byung-Chul Han, entre muchos otros, tracen con ella sus propias reflexiones a propósito bien de la noción misma y de su relación con otras (foucaultianas, pero también guattarianas o incluso del campo literario), o bien de la configuración de los dispositivos de poder contemporáneos y de las posibilidades de resistencia o contrapoder que estos suponen o potencian.
La apertura investigativa que sigue implicando el abordaje de las ‘sociedades de control’ ha dado cabida a genealogías de los procesos de subjetivación, indagaciones de corte teológico a propósito de la ampliación del campo de las creencias (nuevos procesos de secularización), extensas investigaciones a propósito de los procesos cognitivos contemporáneos, estudios sobre la racionalidad gubernamental neoliberal, re-elaboraciones acerca de la producción y circulación del deseo, entre muchos otros; sin embargo, un espacio se ha hecho ‘recurrente’ o común a la hora de referirse a esta noción: se trata, sin duda, del papel de la tecnología en la vida cotidiana, las tecnologías de monitoreo y vigilancia, las prótesis y aditamentos tecnológicos de y en el diario vivir, etc. En este sentido, entendemos como coordenadas los trabajos de autores como Franco Berardi ‘Bifo’ acerca de la ‘mutación cognitiva’ o la ‘generación post-alfabética’, los de Paula Sibilia acerca del ‘hombre post-orgánico’ o los de Francis Fukuyama acerca del ‘fin del hombre’, o incluso los del mismo Peter Sloterdijk acerca del ‘parque humano’ y sus derivas éticas y políticas, así como los de Byung-Chun Han y la ‘sociedad de la transparencia’, o los de Peter Wajcman y ‘el ojo absoluto’, los de Armand Mattelart acerca de ‘un mundo vigilado’, y el extenso repertorio de David Lyon acerca de la ‘vigilancia’, que han llegado incluso a títulos como ‘vigilancia líquida’ (Lyon y Bauman). Y estas coordenadas nos abrirán al menos tres áreas generales que en este ‘eje’ nos interesan especialmente:
a) Las “sociedades de control” como noción y como diagrama filosófico y político de la contemporaneidad;
b) los límites entre lo humano y lo no-humano en términos de post-humanismo, sobre todo pero no excluyentemente desde la relación tecnología-vida; y
c) las derivas políticas de la incursión de la tecnología en la vida cotidiana.
El eje “Sociedades de control, Post-humanismo y políticas tecnológicas” se abre como un espacio de debate para trabajos finalizados o en progreso, de corte teórico o de análisis empírico, pero también de intuiciones académicas, hipótesis de lectura o giros problemáticos menos estructurados que dialoguen directamente con este nudo temático en cualquiera de sus áreas generales. El eje invita y promueve la innovación y la creatividad en las propuestas, de modo que hipótesis arriesgadas, así como reflexiones que se vinculen con la literatura contemporánea (como el caso de Michell Houellebecq) o de ‘ciencia ficción’ (Burroughs, Orwell, Huxley, etc…), así como con material audiovisual contrautópico y/o futurista son más que bienvenidas.
En caso de no ser inéditos –aspecto que deberá ser explicitado–, los trabajos deben ser revisados por el proponente con el fin de actualizar las ideas principales allí consignadas, así como las fuentes y los argumentos centrales, con el fin de llevar adelante una discusión nutrida y pertinente en el área.
Adrián Velázquez (IDAES/UNSAM-CONICET)
Han pasado ya algunas décadas desde que la categoría de “espacio” irrumpió como un objeto de reflexión teórica y análisis novedoso. Si en un principio la importancia de esta categoría fue justificada a partir de una crítica a la hegemonía de la temporalidad como fuente exclusiva del fenómeno político frente al carácter estático y apolítico del espacio, hoy la reflexión en torno a la dimensión espacial de la actividad humana goza de una buena salud. Surge así la necesidad de una revisión crítica de los diversos abordajes que dan fuente del carácter político del espacio, así como del carácter espacial del fenómeno político. El presente eje convoca a presentar trabajos tanto de naturaleza teórica y empírica que participen en este diálogo que tiene como objetivo rastrear las diversas estrategias argumentativas a las que se recurren para dar cuenta de la relación entre espacio y lo político.
Para fines orientativos se proponen dos líneas de discusión generales. La primera gira en torno a interrogantes sobre a la particular naturaleza del espacio como objeto teórico y analítico: ¿es el espacio una estructura autónoma, con sus rasgos y lógicas propias, o tan sólo una dimensión residual de la actividad humana? ¿Es el espacio parte constitutiva de lo social o simplemente refiere a la superficie de inscripción de esta? Esto es: ¿ocupa el espacio una relación subordinada respecto a lo político o, por el contrario, ofrece una vía de acceso relevante para los fenómenos de estructuración del orden social? ¿Cómo definimos el espacio como objeto de reflexión teórica? La segunda línea de investigación refiere a las posibilidades de abordar la relación entre política y espacio: ¿cuáles son los instrumentos analíticos que nos permiten asir ésta relación? ¿Cuál es el vínculo entre cambio histórico y cambio espacial? ¿Cuáles son las oportunidades, pero también las limitantes y riesgos de los enfoques que parten de una centralidad del espacio respecto a lo político? ¿Cuáles son las arquitecturas del poder, los dispositivos espaciales que definen nuestra contemporaneidad?
La lista de autores de referencia que han trabajado estas cuestiones es amplia e incluye a autores clásicos y contemporáneos como, George Simmel, Robert Ezra Park, Henri Lefebvre, Michel Foucault, Edward W. Soja, Doreen Massey, David Harvey.
Ricky Esteves (UBA)
El campo del discurso y las identidades establecieron un próspero espacio para la discusión en torno a la ideología, las articulaciones colectivas, el establecimiento de sujetos políticos y las luchas sociales. El “giro lingüístico” brindó una nueva relevancia teórica al discurso, así cómo un renovado papel para la acción política. El discurso, cómo espacio de articulación y establecimiento de identidades colectivas, se ha convertido en una poderosa herramienta (para analizar la) de constitución de sujetos políticos, nuevas formas de lucha social y soberanía popular.
En la era del “fin de los grandes relatos” han proliferado las voces y demandas políticas que pujan estableciendo las luchas emancipatorias de nuestro tiempo. En un momento de dislocación del relato de la historia comienza una disputa por hegemonizar ciertos discursos, como el de la política, la democracia, los derechos humanos, la soberanía popular, el derecho a la identidad de género, el reconocimiento de la subalternidad, entre otros, han dado lugar a movimientos identitarios que encabezan las luchas sociales actuales.
Proponemos el discurso y las identidades tanto como categorías fundamentales del pensamiento político contemporáneo, como importantes herramientas de acción y lucha política y social. Esto es plantear el discurso como fuerza ilocucionaria, más que como contenido lingüístico; como efecto pragmático, más que como disposición formal; como verdadero dispositivo político, más que como modalidad enunciativa.
El objetivo de este eje temático es abordar las teorías del discurso y prácticas identitarias que configuran las luchas políticas de nuestro tiempo. Tanto las perspectivas que nos brindan las teorías del discurso para entender estas luchas, como los estudios y análisis concretos de los sujetos políticos e identidades colectivas que protagonizan estos procesos. Proponemos contribuir con propuestas originales que brinden miradas nuevas y planteen problemas actuales en torno a estas temáticas. Nos interesa abrir discusiones que amplíen los horizontes de lo establecido sobre estos temas que nos permita pensar grupalmente más allá de los lugares comunes de estos debates.
Concretamentamente nos interesa pensar cuestiones sobre cómo opera el discurso político en la constitución de identidades; qué dispositivos identitarios despliega el discurso; la relación entre las identidades colectivas y acción política. Dentro de los debates actuales en torno al tema, discutir el pueblo (y la lógica hegemónica), y las multitudes (espontáneas y descentralizadas) como figuras de un sujeto de soberanía popular (El debate Laclau-Negri, por mencionar uno); plantear enfoques tanto teóricos como políticos a partir del análisis de discursos como del neoliberalismo, el populismo, la democracia, la política, la racionalización y eficiencia, el conocimiento y la tecnología, entre tantos otros posibles; reflexionar sobre los efectos, afectaciones, articulaciones, despliegues, conflictos y órdenes identitarios que pueden movilizar los discursos que circulan hoy en día. También buscamos estudios de campo que puedan revelar aspectos del funcionamiento y dinámica de movimientos sociales, como cualquier identidad colectiva que posea una demanda política particular y participe activamente en luchas sociales.
Elena Mancinelli (Crítica de Artes - UNA)
Diego Caramés (Crítica de Artes - UNA)

Partimos de pensar el eje “Estética y política” como una ocasión para la reflexión y el debate acerca de los modos en los que las prácticas estéticas y la política se implican, se interpelan y se encuentran en el mundo contemporáneo. En este sentido, consideramos que se trata de reiterar las preguntas, ¿qué queremos decir cuando asumimos la politicidad del arte? Y, ¿por qué podemos localizar nuevas semánticas para la política en los diversos dispositivos artísticos? Como es sabido, en las últimas décadas, y de la mano de Jaques Rancière, asistimos a una revisión de la comprensión de la relación entre arte, verdad –como lo opuesto a la apariencia engañosa- y política. En este sentido, vemos que el cuestionamiento a la comprensión del arte como medio o “remedio” del engaño y la definición de la política en términos de reconfiguración de un determinado marco sensible -en el que se distribuye lo visible y lo invisible, la palabra y el ruido- ha tenido por resultado tanto la potenciación política del arte como el señalamiento de la centralidad de la estética en la política. Podríamos pensar que ello se debe, en definitiva, a que la política y el arte son comprendidos como los modos de aparecer signados por el disenso con un determinado orden policial de lo sensible. En este marco, planteamos una serie de interrogantes que, lejos de pretender abarcar la multiplicidad de cuestiones que surgen de pensar el vínculo entre estética y política, buscan impulsar el debate: ¿Cuáles son los modos en los que las prácticas estéticas pueden eludir la mediación de la crítica sin perder su capacidad para producir disenso? ¿Cómo hallar ese tipo de prácticas en el océano de las infinitas producciones estéticas que tienen lugar en la web y las redes sociales? ¿Cómo pensar el lugar del espectador y del artista en ese contexto? ¿Hay diferencia entre ellos? ¿Cuáles son los modos en los que la marca política del disenso aparece en las producciones artísticas de nuestro país?
Programa:
Todas las presentaciones se realizarán el viernes por la mañana simultáneamente en cada grupo de discusión de los ejes temáticos.
Al mediodía serviremos el almuerzo en el lugar y brindaremos café para comenzar la discusión en los grupos de debate.
El sábado por la mañana retomaremos las discusiones en los grupos. Almorzaremos. Y tendremos por la tarde un debate plenario entre todos los particpates.
Dinámica:
Se les pide a los participantes evitar realizar una "ponencia". Los textos ya se encuentran publicados, y todos en el grupo de discusión -supuestamente- lo han leído. En ese sentido se les pide por la mañana a los participantes que hagaan una presentación sobre sus argumentos, posiciones y propuestas para el debate.
La idea es que participen todos en el debate y poder pensar colectivamente mediante la discusión.

Cronograma

Viernes 17

Sábado 18
9:30
Inscripción
11:00:00
Primer Bloque de
10:00 - 11:00
Presentación General
13:00:00
Debate
11:00-
Presentaciones en
13:00:00
Almuerzo
13:00:00
Grupos
14:00:00

13:00:00
Almuerzo
14:00:00
Debate
14:00:00
Servido en el lugar
17:00:00
Plenario
14:00:00
Primer Bloque de
17:30:00
Cierre
16:00:00
Debate


17:00:00
Segundo Bloque de


18:00:00
Debate




Logística:
La organización brindará los materiales y alimentos para poder asistir y trabajar comodamente durante los dos días de trabajo.

Hospedaje:
En la circular del año pasado figura una lista de hospedaje cerca del lugar del evento.

Inscripción:
Los participantes y asistentes podrán inscribirse el día de las jornadas.

Aranceles:
Participantes $450.- Asistentes $250.-
Incluye materiales, certificado, Alimentos, bebidas durante todo el encuentro y brindis.
Otorgamos factura de pago.

Para Mayor Información:
debatesactuales@gmail.com
http://teoriapoliticacontemporanea.org/

Adhieren:



Facultad de Ciencias Sociales de la UBA

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